jueves, 7 de julio de 2011

Zorros y humanos
Escultura de un espíritu zorro, kitsune, en un templo de Japón.
Los zorros siempre han tenido una imagen ambivalente entre los humanos: por un lado era considerado una alimaña que predaba sobre las gallinas y las especies de caza menor, por otro ha sido admirado por su belleza y ha protagonizado innumerables relatos representando a la inteligencia y la audacia. Además su piel ha sido tradicionalmente muy apreciada por su suavidad en peletería.
En tiempos más recientes, ser vector de algunas enfermedades como la rabia no ha contribuido a mejorar su imagen. En cambio sí lo ha sido su aparición en numerosos documentales de naturaleza mostrando su biología y difundiendo el conocimiento de su contribución a la agricultura al reducir las poblaciones de roedores que acechan las cosechas. Prueba de esta mejora en su prensa entre las personas es la prohibición de la tradicional caza del zorro en el Reino Unido, en Escocia en 2002 y en Inglaterra y Gales en 2004.[37] Aunque el único lugar del mundo donde es considerado una especie protegida es Hong Kong.[38]

[editar] En la cultura

Ilustración de la fábula de Esopo La zorra y las uvas.
Los zorros aparecen en el folclore, mitología y literatura de muchas culturas de Europa, Asia y Norteamérica. Generalmente son mostrados como personajes astutos y embaucadores que tratan de tentar y engañar a los demás en su favor.
El zorro Reynard en un libro infantil de 1869.
En la tradición fabulística europea los zorros son protagonistas desde la antigüedad, como en las fábulas de Esopo, y continuada por fabulistas posteriores como La Fontaine o Samaniego.[39] En las fábulas el zorro casi siempre destaca por su inteligencia y astucia, desempeñando papeles que van desde el villano (como en La zorra en el gallinero), el pícaro embaucador (El cuervo y la zorra), el estafador que recibe su merecido (La zorra y la cigüeña), el inteligente que vence a los fuertes y hasta el sabio observador de los acontecimientos (La zorra y el busto). Esta misma imagen es la que se muestra en los cuentos tradicionales y relatos europeos como por ejemplo los de Reynard o en Pinocho. Según algunos historiadores desde la edad media hasta la Revolución francesa el zorro simbolizó en los relatos las estrategias de supervivencia de los campesinos. El campesinado admiraba la astucia y la inteligencia y la consideraba la mejor estrategia para sobrellevar el poder de la aristocracia, la iglesia y el estado, al igual que sabían que el pequeño zorro se las arreglaban para sacar partido de los gallineros oculto en la oscuridad.[40]
Zorro de nueve colas, del libro Shan Hai Jing de la dinastía Qing.
En el folclore y mitología japonesa existe la figura del kitsune (?), unos espíritus del bosque con forma de zorro, cuya función clásica es la de proteger los bosques y las aldeas. Al igual que en la tradición europea estos zorros son seres inteligentes que además poseen habilidades mágicas, que se incrementan con la edad y la adquisición de conocimientos, haciéndose patente por el aumento del número de colas, siendo el más poderoso un kitsune de nueve colas. Los kitsunes están estrechamente asociados al dios shinto, Inari, dios de la fertilidad y la agricultura, siendo sus mensajeros y sirvientes. Entre sus poderes más sobresalientes se encuentra la capacidad de adoptar la forma humana, concretamente de mujer joven. En los cuentos tradicionales el kitsune aprovecha su capacidad de metamorfosis para hacer travesuras y gastar bromas a las personas, en otras ocasiones, el animal metamorfoseado desempeña funciones de fiel guardián, amiga, amante o esposa. A los kitsumes se les hacen ofrendas como si fuera una deidad. El origen histórico de este papel central del zorro en el folclore japonés está en su convivencia armónica con el ser humano en el Antiguo Japón por ser considerado un benefactor de la agricultura al cazar roedores, de lo que se derivó en un creciente respeto hacia él y surgiendo leyendas atribuyéndole poderes. El Kitsune japonés tiene figuras parecidas en culturas vecinas como el huli jing de China y el kumiho de Corea.

[editar] Comercio de pieles

Pieles de zorro de distintos colores.
El zorro común ha sido apreciado en la industria peletera desde antiguo. Los nativos de Nueva Inglaterra consideraban que la piel de un zorro plateado valía lo mismo que 40 pieles de castor. Cuando un jefe indio aceptaba que le regalaran una piel de zorro plateado se consideraba un acto de reconciliación.[41] La variedad de color más apreciada es la de zorro plateado. Los zorros plateados se criaron en cautividad para ser comercializadas sus pieles por primera vez en la isla del Príncipe Eduardo, Canada, en 1878. Actualmente los zorros comunes son los animales que más comúnmente se crían en las granjas peleteras, junto a los visones americanos.[42] Sus pieles se utilizan para realizar todo tipo de prendas o partes de prendas, destacando las estolas, cuellos, manguitos, gorros, chaquetas y abrigos.[19]

[editar] Depredador doméstico

Zorro urbano intentando acceder a la jaula de un conejo mascota, Reino Unido.
Los zorros comunes se consideran el principal depredador silvestre de las aves de corral, conejos domésticos y pequeñas mascotas lo que le ha hecho objeto de odio para muchos granjeros. La opción más segura para evitarlo es separar físicamente al zorro de los animales de granja mediante vallas o jaulas. Para ser totalmente seguras las vallas deben tener al menos 2 m de altas y no tener elementos cercanos en los que el zorro pueda auparse para saltar por encima. Se han registrado casos en los que un zorro muy motivado ha trepado por una valla metálica.[43] Además la base de la valla debe ser dura para que el zorro no pueda excavar por debajo de ella. Una vez que el zorro ha accedido al interior le será muy fácil la caza en un espacio reducido y a menudo matará a varias aves que intentará llevarse para enterrar como excedentes pero que si los humanos llegan antes dejará abandonados.
Aunque las aves de corral son sus presas domésticas más frecuentes, de vez en cuando también pueden atacar a las crías del ganado como pequeños corderos y cabritillos. En circunstancias muy excepcionales pueden atacar a alguna oveja subadulta o adulta o a algún ternero recién nacido.[18] Los zorros generalmente matarán a los corderos mordiéndolos repetidamente en el cuello y la espalda, señal de que los atacaron cuando estaban tumbados. Los resultados del ataque del zorro en los animales de corral se diferencian del de los lobos o perros en el hecho en que raramente causaran fracturas en los huesos de sus presas al alimentarse de ellas.[18] Los zorros también destacan por llevarse los pequeños cadáveres enteros a sus guaridas para alimentar allí a sus cachorros y ellos mismos por lo que las aves o corderos desaparecerán sin dejar dejar rastro.[18] Estudios científicos realizados en Reino Unido mostraron que de las muertes de corderos viables sólo entre el 0,5 % y 3 % se debía a los zorros, lo que muestra su pequeño impacto en comparación con otras causas de mortalidad como la exposición a los elementos meteorológicos, las enfermedades o la inanición.[44]

[editar] Zorros introducidos en Australia

Los zorros introducidos en Australia suponen un grave problema de conservación de las especies autoctonas. Según el gobierno australiano el zorro común fue introducido en Australia para poder ser usado como especie cinegética en 1855. Desde entonces se ha extendido sin control y se considera el responsable del declive de varias especies de animales nativos del continente australiano que están en estado crítico de extinción. Por ello está incluido en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo[45] de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Las autoridades australianas ha intentado erradicarlos. En un programa conocido como Western Shield (escudo occidental), el gobierno de Australia Occidental realiza batidas aéreas y terrestres de unos 35,000 km² (8.75 million acres) para controlar a los zorros y los gatos asilvestrados. El departamento de conservación de Australia Occidental estima que los depredadores introducidos en el continente son los responsables de la extinción de diez especies nativas en el estado, y el programa Western Shield intenta conservar a otras 16.
En Australia los zorros son controlados con trampas con cebo o se les dispara con la ayuda de luces en la oscuridad ya que sus ojos relucen en la oscuridad, al reflejarse la luz en su Tapetum lucidum. También se ha observado una reducción de las poblaciones de zorros en las zonas donde se ha reintroducido a los dingos, lo que ha originado que aumentaran las poblaciones de fauna nativa.[

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